
¿Sabés por dónde circulan tus mensajes?
Cuanto más juguemos el papel de receptores mejor podremos desarrollar el de emisores. Cuando intentamos comunicar, generalmente nos ubicamos en la posición del emisor ¿Pero qué pasa si hacemos el camino inverso y pensamos como receptores? Si damos vuelta la ecuación, resulta mucho más fácil y más claro pensar a qué le presto atención, quiénes son mis referentes, a dónde recurro para informarme y lo más importante de todo: ¿Busco información o espero que la información me busq